domingo, 8 de noviembre de 2015

PREPARADOS, LISTOS... ¡YA! PRIMERA CARRERA POPULAR: CORRE POR EL NIÑO

No se me ocurre mejor forma de empezar este blog-diario que escribiendo mi primera carrera corrida hoy en el Retiro.
Pero antes, ¿cómo voy a escribir algo sin haberme presentado?, 
¡hola! Me llamo Ana, tengo 19 años y vivo en Madrid. Estudio magisterio, adoro los dulces (son mi perdición y mi gran talón de Aquiles ), devoro libros siempre que puedo y desde hace poco, me he vuelto "runner".

 
Esta soy yo.

Es curioso, pues desde que empezó esto de la moda de correr porque sí, el boom, nunca, EN LA VIDA, se me hubiera ocurrido esto de salir a correr. Y menos yo (señalándome a mí) que soy muy, MUY perezosa en lo que respecta a moverse. Es verdad que desde pequeña mis padres han querido que me moviese y siempre me han inscrito a distintos deportes y bailes: natación, baloncesto, danza clásica, baile contemporáneo. Pero sieeempre acaba aburriiidaaaaa, y cuando llegaba a mi casa les decía a mis padres: "No me gusta, quiero dejarlo". Y así con todos.

Y volviendo al principio, había dicho antes que desde hacía poco me había convertido en una "runner". Y... ¿Cómo es eso siendo yo taaaaan perezosa? Es una larga historia que algún día contaré más detalladamente (lo tengo pendiente para contar), pues ahora, quiero contaros mi experiencia con mi primera carrera :)))

Me levanté a las 7:00 súper cansada y con la sensación de no tener fuerzas para correr. Había tenido pesadillas el día anterior y esa noche, por lo que parecía que no iba ser un buen día. ¡Qué gran empezar, ¿no?! Desayuné mi Overnight y me vestí. Mis padres y mi perrita iban a verme y eso me animó un poco.

Llegamos y ví a muchos padres, niños y ancianos con la camiseta roja de la carrera y su dorsal. Los marcos de entrada y salida se veían enormes en el Paseo de coches, el gran escenario que había con algunos niños arriba, las colas para ir al baño antes de correr, las mesas del avituallamiento listos para los finishers... Seguía sin creerme que todavía estuviese ahí. Había visto tantas fotos, tantas entradas de otros corredores a los que había seguido tanto tiempo, que estar ahí presente y participar en una verdad era un sueño :´)



Quedé con una amiga de running (que pronto os contaré), Leo, para correr juntas la carrera. También quedamos con unas cuantas más pero como no las veíamos decidimos hacerlos solas. Estaba nerviosa cuando nos situamos en nuestro puesto de salida. Leo ya había corrido algunas así que no estaba como yo ¡jajaja! Calentamos un poco como habíamos aprendido: tobillos, rodillas, caderas, espalda, cuello.



Nosotras en nuestro puesto de salida.

Los primeros en salir a las 9:30 fueron los que corrían los 10 km (nosotras éramos de los 4 km). Pasaron los 5-6 minutos cuando sonó el disparo. ¡Empezaba ya de verdad! Al principio se formó un tapón en la salida y los niños y los ancianos iban más despacio. Leo y yo pasábamos entre la multitud a cada hueco que encontrábamos. Yo hacía de liebre a Leo, la pobre estaba cansadísima ¡jajajaja!

Llegamos a la bajada de la cuesta del Ángel Caído y fue placentero, pero cuando llegó el retorno de la subida... Ahí ya no. Me pesaban las piernas e iba un poco más lento esperando a Leo. Ella me dijo que la adelantara y que fuera a mi ritmo, que nos veríamos en la meta. Yo arranqué un poco más y ya fui un poco mejor. Giré a la izquierda dirección al estanque y apareció otra cuesta. 

La verdad es que me extrañaba mucho que me estuviese costando correr la carrera, pues llevaba corriendo 4 km y más las semanas anteriores. Como ya había dicho, no había descansado muy bien.

Pasé por el estanque y subimos hacía la principal puerta del Paseo de Coches, solo quedaba 1 km. Tuve muchísimas ganas de pararme y comenzar a andar porque mis piernas no daban a más.

Me enfadé mucho. ¿Iba a rendirme solo porque mi cabeza decía que mis piernas estaban cansadas? ¡Ja! ¡Menuda tontería! ¡Desde luego que no iba a parar de correr! Lo estaba consiguiendo. Si llegaba a meta sin haberme parado una sola vez en el recorrido, me daría la confianza necesaria para seguir corriendo y seguir participando en más.

A unos metros de la meta vi a mis padres y ya ellos me dieron el último empujón de positividad que necesitaba para echar aquellos malos pensamientos.

Foto hecha por mis padres.

Unos metros más... Solo un poco... Aceleré e hice sprint adelantando a dos niños... ¡META!

Lo había conseguido. Había terminado con éxito mi primera carrera. 

¡HIP! HIP! ¡HURRA! ¡HIP! HIP! ¡HURRA!

A los pocos minutos, llegó a meta Leo y vi a mis padres esperándome. Leo y yo nos fuimos al avituallamiento a que nos dieran una bebida y algo de comer y nos pusimos a disfrutar un poco de la fiesta que había a los corredores.

 Fotos hechas nada más terminar la carrera.

Nos encontramos a los guardianes de Star Wars promocionando la película y no pudimos resistirnos a hacernos fotos con ellos. 

Que la fuerza nos acompañe.

Y eso es todo, amigos. Espero que os haya gustado mi entrada y si no... Pues nada. ¡Jajaja! Volveré la semana que viene con otra carrera: Derbi de las Aficiones. Y ésta no es de 4 km. Nop. Sino de ¡10 km! 

¿Quééééééééééé?

Si escribo la semana que viene es que habré sobrevivido a la carrera. 

Un besoo <3.

2 comentarios:

  1. Muchísimas felicidades Ana, me alegra mucho ver que has conseguido el primer paso hacia lo que espero sean muchas más metas :)
    Nos vemos en clase,
    Besotes.

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